Estas dos últimas semanas han estado más movidas de lo normal… y por una buena razón:
tengo trabajo nuevo.

¿Coincidencia?
No lo creo.
Ha sido el resultado natural de estas cinco semanas en las que Rumbo59 se sumergió por completo en el tema del empleo en Noruega. Donde pones atención, pones energía, y donde pones energía empiezan a moverse cosas.

Por eso este boletín es breve.
Quiero dejarte un único mensaje para cerrar el mes.
Un recordatorio simple, pero poderoso:

Si estás perdido, si no sabes por dónde empezar, si te abruma pensar en “el próximo paso”, haz esto:

1. Lo que has hecho
Todo. Lo bueno, lo meh, lo que no repetirías.

2. Lo que te encantó hacer
Tareas, momentos, responsabilidades que te dieron energía.

3. Lo que no te gustó en absoluto
Tu némesis profesional, esas cosas que no quieres volver a tocar.

4. Tus fortalezas
Lo que haces bien de forma natural. Aunque te parezca obvio.

5. Tus debilidades
No para juzgarte, sino para ubicar tus límites y decidir qué mejorar y qué no.

6. Tus intereses reales
Las cosas hacia donde tu cabeza va sola, aunque no hayas trabajado ahí todavía.

Cuando lo ves todo escrito, la claridad llega sola.
Es mucho más fácil darte cuenta de qué camino avanzar y, sobre todo, de cuál NO.

Y te digo algo desde mi experiencia personal:

Ese mindset de “ya, lo que sea, solo necesito un ingreso” crea más bloqueo que avance.

En cambio, este trabajo nuevo que conseguí no vino desde la prisa.
Vino desde la curiosidad y desde el gusto.

Encontré una empresa cuyo trabajo me llamó la atención.
Noté que había una necesidad real.
Me dieron ganas de formar parte.
Escribí un søknad sin expectativas.
Lo envié.
Y voilà.
Me cambió la vida.
Diciembre está completamente agendado.

A veces no se trata de tocar más puertas, sino de tocar las correctas desde un lugar más alineado contigo.

Ese es el mensaje de hoy.
Breve, pero necesario.

Nos vemos en enero con una nueva serie de temas que ya estoy preparando.

Gracias por estar aquí.

Bea
Rumbo59.no